sábado, 6 de marzo de 2010

Librescos males



Muchas veces he oído decir a amigos y familiares que habían pensado en regalarme un libro pero que no lo hacían por miedo a que ya lo tuviera. Así que cuando empecé a comentar en este blog los libros que me apetecía comprarme, y aunque no era esa mi intención primera, caí en la cuenta de que solucionaba de golpe dicho problema: dado que ya sabían que no iba a comprármelos, ellos tenía carta blanca para regalármelos.
Sin embargo, no calculé entonces que podía haber coincidencias como la que se dio esta semana. Dos días antes de mi cumpleaños recibí por correo un paquete de Margarita que contenía dos de los primeros libros que comenté aquí: Juventud americana y El libro de los otros. En cuanto se los enseñé a Guillermo, este puso cara de terror. ¡Él me había comprado los mismos libros, pero aún no me los había dado porque no había llegado el día de mi cumpleaños!
Afortunadamente, había una solución.
A librescos males...

4 comentarios:

  1. Casi todo tiene solución...

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  2. El comentario es mío.No me he dado cuenta de firmarlo.

    Verónica

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  3. El libro de los otros lo compré el otro día. DEl otro nada sé, aunque ya no me fío de Herralde. Podrías decir qué te ha parecido, si le has metido el diente.

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  4. Atendiendo a tu respuesta, anónimo amigo, te diré que de El libro de los otros he leído algunos cuentos. Sobre todo los dos primeros me han parecido soberbios. Otro, por en medio, de Hornby, tiene gracia, y el de Hemon, que creo qeu es el cuarto o el tercero, es excelente también. Me he quedado en el de Smith, así que ya te mantendré al corriente.
    Por cierto, ¿quién eres?
    Un saludo, y gracias por intervenir en el blog

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