lunes, 8 de marzo de 2010

…Librescos remedios




Enseguida Guillermo me propuso que fuéramos a una librería para que yo eligiera un par de libros que él luego pagaría en concepto de regalo.¿Violaba este acuerdo mi propósito de año nuevo? ¿Era o no era comprar libros lo que esta a punto de hacer? Al final decidimos entre los dos que no, puesto que no era yo quien iba a comprarlos sino solo a elegirlos. Deseché las novelas –pues sabía que acabarían condenadas a una lista de esperar que no sé cuánto tardará en descongestionarse – para escoger un ensayo – La literatura norteamericana y otros ensayos, de Cesare Pavese – y un número especial de una revista del CSIC, Arbor, en el que quince escritoras españolas escriben sobre otras tantas autoras: 15x15 mujeres que cuentan en el siglo XXI.
Así yo no rompí mi promesa y Guillermo pudo hacerme un regalo.

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