lunes, 4 de enero de 2010

Bookless


Hoy me he dado cuenta de que, si no fuera por los libros que atesoro en casa, me habría convertido en un bookless, ya que me han sancionado en la biblioteca pública, hasta el día nueve de enero, por devolver un libro con retraso; no puedo sacar libros de la biblioteca del instituto donde trabajo porque las clases no empiezan hasta el día siete de enero; y tampoco puedo comprar libros hasta el uno de enero del año que viene. Así que estos días me he visto condenado a arreglármelas con mis libros. Qué mejor manera de empezar mi propósito de año nuevo.
Aun así, he deambulado un rato entre las estanterías de la biblioteca pública, buscando posibles préstamos futuros, y me he dado una vuelta por una librería. Algunos pensarán que es masoquismo, pero yo lo llamo inercia. Además, enfrentarse a la tentación acrecienta el valor de los logros. Tarde o temprano, quien deja de fumar ha de enfrentarse al humo de los otros. Y tarde o temprano, yo debía enfrentarme a los libros destinados a ser de otros. En cualquier caso, hoy no he visto ninguno que me apeteciera comprar. Y me he ido de allí bookless.

ESTOY LEYENDO…
Grandes esperanzas, de Charles Dickens, por motivos laborales, aunque en este caso deber y querer coinciden. En la edición de Cátedra Letras Universales, que era la que había en la biblioteca de mi instituto, aunque tiene el inconveniente de la letra, muy pequeña (Planeta acaba de sacar otra en un tamaño más agradecido). Jamás entenderé por qué la gente que no ha leído a Dickens se atreve a juzgar su libros por la cubierta (metafóricamente hablando) y cree que sus novelas son la historia de un niño huérfano que lo pasa muy mal en la vida. De hecho, la obra de Dickens ha conseguido dar lugar a un adjetivo, dickensiano, privilegio reservado a muy pocos autores (cervantino, kafkiano, dantesco son algunos otros; pero también -¡oh sorpresa! – almodovariano). Lo dickensiano parece implicar mucho frío, muertes infantiles, orfanatos lúgubres, lluvia persistentes, lumbres agonizantes y poca comida. Pero Dickens es mucho más: es ironía sin punzón, es ternura sin blandenguería. Recomiendo a Dickens, aunque no esté de moda.

ME APETECERÍA COMPRARME…
Los años, de Virginia Woolf (Lumen: 22'90 euros). No la he visto hoy en la librería, aunque lo estuvo hace unos días y entonces no lo compré. Ahora es demasiado tarde, y tendré que esperar al año que viene, porque tampoco está en la biblioteca. Tal vez para entonces ya haya perdido las ganas de leerla, pero hoy me apetece hacerlo porque me gustaría ver cómo se desenvuelve Virginia Woolf con los moldes de una novela tradicional, de una saga familiar.

RECOMIENDO…
Ya que me he puesto tan británico, lo remato con otro libro de Woolf: Flush, biografía del perro del mismo nombre de la poeta inglesa del XIX Elizabeth Barrett-Bronwing. Especialmente indicado para los amantes de los animales domésticos y de los perros en particular. Rebajarnos a la altura de un can eleva y amplía nuestra mirada humana.

10 comentarios:

  1. Paradojas de la vida, me encuentor leyendo la novela "El ultimo Dickens", novela de intriga sobre lo que pudo ocurrir a la novela inconclusa de Dickens (no recuerdo ahora el nombre). El caso es que, nunca he leido nada de Dickens, pero Mathew Pearl, autor del libro que ahora leo (bueno, llevo leyéndolo tiempo porque ahora no me cunde nada) me ha picado el gusanillo sobre Dickens, más por lo que cuenta de él que por su obra, debo reconocerlo. Vamos, que es como una lectura rosa acerca de Dickens.
    Me gusta leer que vas resistiendo tentaciones y conociéndote soy cosciente de que tu experimento/propósito deber ser muy dolorosa para tí. Ánimo, quizás los reyes magos traigan "Los años".
    Besos

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  2. Para mi vergüenza debo confesar algo: En su día, como casi todos creo, tuve que leer en el instituto El poema del Mio Cid, el cual saqué de la biblioteca municipal de Almodóvar, bueno pues esa fue una de las últimas veces por no decir la última que pisé la biblioteca de mi pueblo. Bien... pues como de costumbre se me olvidó devolverlo, al decir olvidó me refiero a largas semanas de retraso en la entrega, de forma que un buen día llegó a mi casa una carta de la biblioteca reclamando lo que efectivamente les pertenecía, yo no sabía donde meterme cuando la leí, lo peor vino despues, el libro no aparecía por ninguna parte, ¡imagíname a mis 15 ó 16 años con el pavo monumental que tenía + mi despiste + el miedo y la angustia de que pudieran creer que me lo quedaba por que me daba la gana ¡o que mis padres se enterasen!... me sentía una autentica delincuente, pensé en comprarlo y llevarlo, pero la vergüenza de decirles que lo había perdido me superaba, de modo que opté por callarme no volver nunca más por allí y arriesgarme a ser detenida por la policía municipal ¡o los guardias civiles! por morosa, ladrona o yo no se cuantas cosas más que se me pasaron por la cabeza. Para los que leais esto y no me conozcais, debo decir en mi defensa que soy una de las personas más despistadas que pisan la Tierra... en fin se que no hay justificación que valga ¡es una vergüenza con la que viviré por los siglos de los siglos amén!
    Por cierto el libro apareció con paso de los años, está en la estantería de mi casa y cuando lo veo... pfffff madre mía cuando lo veo...

    MARGA

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  3. Por cierto, tomo nota de tu recomendación, bien sabes tú que me encantan los animales, y si se trata de gatos o perros aun más. El otro día mi primo Vicen se encontró seis cachorros de perro (apenas tendrían dos días los animalitos) en la puerta de un postigo, dentro de una bolsa de plástico bien anudada, Vicen los recogió y los estamos cuidando (sobre todo él), de momento están en casa de un amigo suyo pero si no les encontramos dueño en un mes más o menos habrá que llevarlos a la protectora, donde le han dicho a mi primo que tienen tantisimos animales que no pueden hacerse cargo y tendrían que sacrificarlos, en fin una pena, asi que aprovecho para decir que si alguien quiere un cachorrito, ya sabe... que se ponga en contacto conmigo que yo lo llevo donde haga falta.
    No me explico como la gente puede ser tan mala y repugnante.

    MARGA.

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  4. Dickens, ah Dickens.
    Sólo puedo decir que he leído David Copperfield y, por el momento, me parece la mejor novela que he leído nunca. El sutil humor subyacente en toda la extensión de la novela, que es mucha, hace que su lectura sea un placer continuo.
    Recomiendo la edición de Alba (ya está en bolsillo) cuya traducción obtuvo premio.

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  5. Dejándome llevar por la lectura que tengo entre manos, recomiendo "Si una noche de invierno un viajero", Italo Calvino.
    Ahora que estás "bookless", reflexiones sobre la condición del lector, sus aspiraciones en torno a los libros y, más concretamente... ¡su búsqueda física de libros! Como tú, pero sin restricciones de compra o multas bilbiotecarias.
    Todo ello por no hablar del papel del traductor (trayectoria personal obliga) Ermes Marana, auténtico villano y agente doble en esa peculiar lucha planteada por Calvino entre literatura apócrifa y auténtica.
    En fin, era recomendar ése o la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que es el tema que me toca hoy... ;-)
    Un abrazo y a ver si los Reyes te dejan algún libro (cosa que no tendría mucho fuste, tras sólo 5 días de haber empezado tu reto).

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  6. Tengo que confesar que nunca he leido a Dickens pero cuando termine el libro que me ha dejado Guillermo.Prometo leer algo de él pues me has despertado el gusanillo por conocerlo.

    Feliz noche de Reyes.

    Verónica

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  7. Dickens: ocres, pobreza, lluvia, abandono, valentía, dolor, superación...

    Me apunto "Flush" ayer tuve entre manos "Una casa encantada y otros relatos" Ediciones g.P. 1959. Y pensé "me gustaría leer algo de Virginia Woolf en estos días", y mira tú por donde.

    Gracias y feliz noceh de reyes

    ILinux

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  8. Yo no voy a hablar de Dickens, pero si de abandono, dolor ... y de respuesta a MARGA. En la mayor parte de las protectoras no sacrifican a los animales, así que si en la que has mirado lo hacen, busca otra.
    En la de Cuenca no se sacrifican, se adoptan en España o en otros países ...
    Besos!
    MIGUEL.-

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  9. MIGUEL muchas gracias por tu recomendación, he intentado mirar otras, Valdepeñas (en la que me dijeron exactamente lo mismo que en la de Ciudad Real), Malagón (en la cual no tienen pienso ni para terminar el mes) desafortunadamente no hay mucho más donde elegir en esta mi maravillosa provincia de Ciudad Real. De todos modos agradezco que me comuniques lo de Cuenca, en cualquier caso no tendría ningún problema en ir allí. Gracias mil.

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  10. la de arriba soy yo: MARGA.

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